El reciclaje de cartuchos es fundamental: cada año, millones de cartuchos de tinta y tóner vacíos son arrojados a la basura, terminando en los vertederos o incineradores de nuestro planeta. Reciclar estos cartuchos vacíos es fácil, rentable y beneficioso para el medioambiente.

Cuando se nos acaba la tinta de la impresora, seguramente, muchos pensamos automáticamente en comprar un nuevo cartucho. La realidad es que la mayoría de los cartuchos pueden ser reciclados hasta 3 veces. Por ello, es realmente importante que tanto usuarios como empresas se conciencien de que los cartuchos de impresora no deberían ser un objeto de un solo uso, así como de reciclarlos a través de una empresa autorizada.

¿Cómo reciclarlos?

La mejor opción para reciclar o reutilizar tus cartuchos de impresora es contactar con una empresa especializada. Generalmente, estas empresas realizan la gestión integral del proceso, por lo que no tendrás que preocuparte por absolutamente nada.

Sin embargo existen numerosas alternativas, como los puntos limpios en caso de que tu residencia o tu empresa se encuentre en la Comunidad de Madrid, así como las ONGs, que realizan donaciones benéficas con el dinero ahorrado.

Beneficios

Los beneficios resultantes del reciclaje no son solo medioambientales, puesto que pueden suponer un gran ahorro a particulares y empresas.

Sin embargo, con el fin de preservar nuestro entorno y desarrollar la actividad empresarial de la forma más sostenible posible, los beneficios ecológicos resultan los más importantes:

El reciclado de tóners permite reducir las más de 40.000 toneladas de plástico que se acumulen sobre la superficie de la Tierra y más de 80.000 toneladas de desperdicios sólidos. Una cifra que aumenta día tras día.
En los diez últimos años, se calcula que más de 250 millones de cartuchos de impresora han sido quemados o tirados en la basura.
Se requieren casi 4 litros de petróleo para producir cada nuevo cartucho de tóner.
El plástico utilizado en cada cartucho de tinta y de tóner necesita más de 10 siglos para descomponerse.
Los componentes como el cobre y otros materiales necesitan más de 400 años para descomponerse.
Pese a que la conciencia general es cuidar el medio ambiente y cada vez son más las personas que tratan de protegerlo, debemos concienciarnos por completo de la necesidad del reciclaje, especialmente con aquellos componentes tan contaminantes como los cartuchos de impresora. Seguir procesos como la economía circular o el concepto Multi-R será vital para poder alcanzar algún día el objetivo Residuo 0.