Con el paso de los años y tras ver la contaminación que sufre el planeta, cada vez más personas y empresas sienten la necesidad de reciclar más y hacer el menor daño posible al medioambiente.
Para ello es crucial cambiar el modelo económico actual por uno más ecológico y sostenible desde el proceso de fabricación hasta el final del ciclo de vida de los productos. Mentalizarnos en apostar por reutilizar en lugar de tirar y no malgastar recursos.
Los consumibles, los cartuchos y los tóneres de tinta también tienen un papel importante en la tarea de reducir las emisiones. El reciclaje de dichos productos obligatorio, aunque pocas personas lo saben. Hoy os hablaremos más a fondo de todos estos temas tan relevantes para poder seguir viviendo en nuestra casa, la Tierra.
¿Qué es la economía circular?
El modelo económico lineal tradicional consiste en producir, usar y tirar. Un modelo nada sostenible que podría tener los días contados. Muchas compañías, son conscientes del daño que supone al medioambiente y por ello han decidido pasarse al modelo circular: reducir, reusar y reciclar.
La llamada economía circular es un sistema que aprovecha al máximo los recursos, tratando así de evitar que haya productos sobrantes en la producción en la medida de lo posible. Una opción lógica teniendo en cuenta que multitud de fábricas malgastan una gran cantidad de recursos produciendo de más.
Este modelo circular también apuesta por reutilizar elementos que serían nocivos si terminasen en la naturaleza. Del mismo modo, aboga por emplear en el proceso de fabricación materiales biodegradables que no dañen al medioambiente cuando finalice su ciclo de vida.
En el caso de que no sea posible utilizar materiales ecológicos, como en algunos dispositivos electrónicos, la economía circular tiene como objetivo facilitar un desmontaje sencillo para poder reutilizar el componente en un futuro. Aquellos elementos que no puedan volver a usarse han de reciclarse intentando generar el menor impacto posible al medioambiente.
Claves de la economía circular
- El residuo pasa a ser un recurso: es el pilar fundamental de la economía circular. Los materiales biodegradables pueden enviarse de vuelta a la naturaleza, los que no lo son pueden reutilizarse.
- Reutilizar: acabar con la idea tradicional de usar y tirar. Muchos elementos pueden volver a utilizarse para crear otros productos.
- Fuentes renovables: la economía circular apuesta por dejar de lado los combustibles fósiles y apostar por las energías renovables.
- Ecología en la producción: las empresas deben ser más ecológicas desde el proceso de producción, manteniendo un mayor control sobre el stock, la energía y los materiales consumidos para evitar gastos innecesarios. Los productos también deben crearse teniendo en cuenta el impacto medioambiental a lo largo de todo su ciclo de vida.
- Reparar: no hay razón para tirar los productos estropeados, arreglarlos para volver a usarlos es la mejor opción.
- Economía de alquiler: este sistema aboga por una economía en la que haya más alquileres y menos compras. De esta manera, se minimizarían los daños a la naturaleza.
- Reciclar.